EL BOSQUE ENCANTADO  MARIANGEL DIAZ PITRE 6-B
Había una un territorio lejano, que nadie adivina su nombre porque era tan lejano , era tan alejado de la civilización, solo a su alrededor existían un caserío hechas de palma y barro , en ellas solo habitan personas mayores , y lo más curioso solo había una niña llamada esmeralda. Tenía sus ojos verdes como las aceitunas que le brillan como el mar en épocas de verano, sus cabellos rubios como el oro, era tan necesia que solo le gustaba correr, nunca descansaba.
Esmeralda vivía con sus abuelos, pero ellas estaban ciegos y mantenían su mirada puesta en las voces de quien lo rodeaban, su nieta esmeralda nunca supo quién era sus padres, solo tenía la versión que ella provenía del bosque, era hija del bosque, llego una noche de lluvia donde los rayos solo iluminan su cabello.
Pregunta a sus abuelos que dónde estaban sus padres, ellos respondía
- Tú vienes del bosque, eres hija del boque. Pero tienes prohibido ir al bosque.
La curiosidad siempre estaba dispuesta acompañarla, quería saber si lo que le decía sus abuelos era la verdad. Decidió un día caminar sola, y de pronto llego a la entrada del bosque y ella miraba fijamente y sentía voces del viento que la llamaban y además sentía que las hojas de los árboles se movían y se convertían en manos que la acariciaban.
Ella no sintió miedo solo caminaba y caminaba, hacia el centro del bosque en busca de sus padres, la venció el cansancio y quedó dormida recostada en el tallo de un árbol, este mostró sus raíces y la arropó para que no sintiera frío. Las hojas del árbol la acariciaban, la arrullaba, para que se sintiera tranquila. Ella se sentía tan bien que no despertó si no hasta el otro día.
Pero su curiosidad era tan grande que siguió caminando hasta lo más profundo del bosque, encontrándose con un pájaro de color azul que le habló y le dijo:
- ¿Qué haces aquí?, tú no puedes estar en este lado del bosque.
Ella dijo: - Quiero encontrar a mis padres…… ¿Qué puedo hacer?
Le responde el pájaro y le dice esmeralda - Tú nunca encontraras a tus padres, porque están sembrados hasta la eternidad.
Ella dijo: ¿Por qué si yo soy humana? ¿dónde están mis padres? el pájaro azul le dijo tú fuiste la única que escapaste del hechizo del amo del bosque todos los que estamos aquí una vez fuimos personas , pero ahora solo somos tallos, hojas y raíces.
- entonces……. mis padres son los árboles que están en el centro del bosque.
- si….. Contestó el pájaro, y tú eres un ave que busco la salida y no se dejó dominar por hechizo de la malvada bruja del bosque.
- ¿Dónde está ella yo puedo pedirle que me devuelva a mis padres?
- El pájaro le dijo no… ella no lo hará porque la única condición que tú estés aquí como persona es dejar que tus padres se convirtieran en tallo y hoja……
Vete no vuelvas porque te puedes quedarte en este bosque encantado para siempre…
-No importa- dijo esmeralda.
- Me quedaré aquí acompañando a mis padres….
-No, vete tu lugar está lejos- este sitio no es recomendable para una niña que quiere crecer y admirar a sus padres….. Ellos te escuchan…. Cada vez que quieras venir tus padres estarna aquí siempre……
|
En mi vieja caja de juguetes  Jorge Guevara 6-A
En mi vieja caja de juguetes yo guardo muchas cosas Por ejemplo, mi primer carrito Mi dinosaurio feroz Mi mejor amigo, mi cachorrito Les cuento un secreto: En mi caja de juguetes recuerdos guardo Recuerdos que se me van de las manos Por el paso veloz del viento que avanza sin retroceso Pero al final yo gano Porque aunque se los lleve de mis manos En mi corazón yo los guardo
|
La Manzanita  Gabriel Jiménez 6-B
En la mañana me compré una manzana, Yo creía que la iba a comer Pero ahí mismo le pinte una carita, Unos ojos y una boca también. De la cabeza le salía una ramita Que tenía muchas ganas de arrancar, Y ya yo estaba por comerla Y ella me comenzó a hablar Pero ahí mismo me sonó la barriga Y mis dudas terminé de aclarar.
|
Se Me Está Poniendo Vieja  Raúl Lopera 6-B
A lo largo de mi vida yo tengo a un ser amado que es bondadoso, sincero, simpático, este ser del que tanto hablo, es nada más y nada menos que mi madre, ella me acompaña en los buenos y malos momentos, nunca me ha decepcionado pero el día en que me decepcioné yo se lo aceptare, sus rasgos físicos son tan delicados y suaves. Su piel están suave como el pétalo de una rosa, sus ojos, la parte más linda que tiene, hasta moriría por ellos. Ella me cuida con tanto amor y cariño, pero tiene una dificultad, es que ella se me está poniendo vieja, y esta es la oportunidad para devolverle todo lo que hizo por mí, pero aun así se me esté poniendo vieja, el amor entre ella y yo es mutuo.
|
La ferias de Ciencias  Michelle González 6-A
A todo el que no sabía
Yo les vengo a informar
Que la feria de la ciencia
Acaba de culminar.
Caras tristes, caras largas,
Y miradas sin final
Mucho tiempo dedicado para
El proyecto presentar.
Aunque yo me siento triste,
Quisiera felicitar a aquellos
Que lograron su proyecto presentar.
Hoy me despido diciendo
Para la próxima será
Porque el robot caminador
El año entrante vendrá.
|
TIEMPOS DE PAZ  Daniel Añez
Érase una vez, previo al inicio y surgimiento de la humanidad, dentro en los bosques, albergaban los elfos, unos seres mitológicos de apariencia delicada que junto con su hermosa tez blanca eran capaces de inspirar belleza en la fría y oscura noche. Sus divinos cabellos adornaban sus cabezas, eran largos y de un hermoso color ámbar, cálido como la primera luz del día.
Se encontraba Vidal, un elfo bastante joven, determinado, despreocupado e inteligente, que en sus ojos mostraba paciencia y apreciación hacia toda creación de la madre naturaleza, pero apático para algunas personas. Solía aislarse en el bosque a relajarse y a tocar notas armoniosas con su flauta.
En aquellos tiempos, la naturaleza dominaba el planeta, solía albergar mucha vida en ella, era bastante extensa y diversa, se apreciaba la fauna y la flora en su mayor expresión y la convivencia sana entre estos. Los elfos eran prácticamente invisibles y casi inexistentes para los humanos, posiblemente muy majestuosos para la avidez del ojo humano. Desde entonces el ser humano fue avanzando de tal manera que la humanidad apenas comenzaba a formarse y organizarse en tribus, justo así desarrollando diferentes actividades para su supervivencia. Dentro de estas tribus se encontraba Marte, un homínido curioso, valiente, extrovertido, de piel morena bastante reluciente y llamativa, que usualmente es de aquellos que se deja llevar por sus propias emociones.
Al principio, todo era luz y prosperidad puesto que el ser humano lograba adaptarse cada vez mejor al mundo, sin embargo nunca se presentó encuentro alguno entre elfos y humanos. Un día como cualquier otro, un nuevo amanecer, nuevas oportunidades que se presentan día a día, Marte enviado por sus mayores fue en busca de alimento, pasaba por las aguas cristalinas del manantial que ofrecía la propia naturaleza y entre los helechos y frondosidad de los vegetaciones, en el riachuelo encontró comida por lo que la atrapó unos cuantos peces, pero algo más le llamo la atención y se encontraba en el fondo del bosque, por lo que se preguntó:
-¿Qué es lo que suena?
En ese instante fue a lo profundo del bosque siguiendo aquel armonioso y dulce sonido, como el de un silbido, notó que algo vislumbraba, por lo que decidió acercarse más. Escondido detrás de un árbol Marte logra ver una silueta, que era capaz de deleitar cualquiera que lo viera, aquella silueta era Vidal tocando su flauta sentado encima de una roca. Ante tanta impresión Marte se descuida, Vidal alcanza a observarlo, así cruzando miradas y este ante el desconcentro desaparece ágilmente entre los árboles.
Marte ante tal situación de asombro, vuelve a su rumbo, pero se olvidaba de algo, expresó:
-¡Verga! Me olvidé de llevar la comida y ya se me hizo tarde.
Por lo que en su camino de vuelta, ante tal desesperación recoge algunas bayas, hongos y hortalizas silvestres para su familia.
Regresando por la senda, guiado por luciérnagas a través del sendero, las cuales le mostraban el camino, se veía como caía la noche y se despedían los últimos rayos de luminosidad del día creando un hermoso atardecer con una mezcla de colores cálidos juntos los fríos como si el sol y la luna participaran mutuamente para conmemorar este valioso momento en la faz de la tierra y aparecían las estrellas adornando el oscuro cielo indicando que está iniciando la frígida noche.
Llegando a su destino encuentra a su familia poniendo la fogata y le preguntan:
-¿Dónde estabas que te tardabas tanto?
A lo que él responde:
-Buscando comida ja, ja, había pescado unos cuantos peces pero me distraje un minuto y habían escapado. Pero mira les traje unas cuantas cosas para comer. –con una sonrisa forzada e incómoda--Bueno, no importa, sabíamos que ibas a tardar así que enviamos a tu hermano menor para que buscase algo y nos trajo estos peces. – riéndose apenados-
Su hermano sintiéndose halagado por lo anterior comentado, a lo que Marte le responde con una mueca pero a final de cuentas olvida el pesar del mal momento y se ríe junto a ellos.
Ya puesta la fogata, ponen a cocinar los diferentes alimentos y mientras esperaban que se cocieran, estos danzaban y contaban historias alrededor de la hoguera junto con humanos vecinos. Sin embargo Marte estaba sentado apartado de todos, mientras que veía que todos se regocijaban, él pensaba en qué pudo haber visto en el fondo del bosque, que a pesar de no tener contacto alguno, pudo ver en los ojos azul cobalto de aquella criatura un mensaje profundo que estos les había transmitido. En medio de esto, sus pensamientos se ven interrumpidos puesto aparece su padre diciéndole:
-¿Qué te pasa, que estás así?
-Nada, sólo reflexiono, son cosas de la vida ¿entiendes?
-Sí, entiendo. Te doy un consejo, a veces es bueno tomarse un tiempo para pensar las cosas, pero que no sea muy prolongado, pues si tuviste la solución en aquel instante, tómala. De lo contrario si dejas que se prolongue el pensamiento, estás dejando que empeore el problema y fijándote ante la mínima posibilidad de que algo pueda dañar lo planeado, así que si es algo relacionado a lo que te acabo de contar, tenlo en cuenta.
-Está bien, pero no es nada relacionado con eso, te agradezco de paso. Solo que es peculiar que la naturaleza albergue muchos secretos en el mundo ¿No te parece?
-A lo mejor no estamos preparados para lo mejor que nos ofrece la madre naturaleza, a veces es solo eso, ha de ser demasiado perfecta.
-Comprendo.
-Está bien, espero tus remordimientos se alivien mira, ¡ya está lista la comida, ven! –Le da dos palmadas en su espalda como un tipo de consuelo, se levanta y lo invita a comer junto con el resto de la familia-
Sentado distante a sus cercanos, todavía, decide acercarse e ir a cenar junto a ellos. Luego de terminar de cenar, entran todos a sus cabañas a dormir, el insomnio complicó a Marte por lo que decide sentarse solo y aislado más nadie que lo acompañe en la terraza mirando distante y observando lo que resta de la simplicidad de la lúgubre noche. Escucha una voz profunda y gruesa:
-¿No puedes dormir?
Él voltea y nota que es su padre, el cual se sienta a su lado y le dice:
-¿Ves aquellas estrellas?
-Sí –responde Marte
-¿Son muy bonitas, no? Pues ellas brillan y destellan luz, capaces de iluminar el cielo y mostrar pureza sin saber que lo hacen, exactamente como lo haces tú.
Marte no sabe cómo reaccionar ante tal comentario, nada más que asombro y solo queda observando a la pálida luna. Finalmente su padre se queda junto a él afuera haciéndole compañía, comprendiendo que su silencio se expresa mejor que sus palabras. Ya pasado un rato lo invita a levantarse y lo lleva a la cama a dormir y le dice:
-Te amo hijo, descansa.
Luego de esto la noche culmina silenciosamente entre las tinieblas.
Nace un nuevo día, pronto se ve el sol renacer en aquel horizonte donde sus primeros rayos de luz que junto con el viento, acaricia plácidamente el herbario de la falda de una montaña, surgen flores nuevas que sonrojadas, abren su capullo para apreciar su belleza virgen en las vegetaciones amplias y nubosas de las praderas y campos que la acogen y ambientan el ecosistema.
Marte se levanta tarde, como de costumbre encuentra a su familia trabajando sus tierras y el desayuno ya listo, luego de comer, se va a explorar en la densidad del bosque, vuelve a aquel punto donde escuchó aquel silbido pero no contó con la suerte de encontrarse con aquel extraño individuo.
Ante tanta decepción y desmotivación, se ve obligado a volver camino devuelta pues llegar hasta aquel lugar para encontrarse con “eso” era su único propósito. Da media vuelta y se retira y no mayor a unos 10 pasos largos antes de desaparecer entre la vegetación escucha algo acercarse a gran velocidad entre las secas y crujientes hojas que descansan el húmedo y rico suelo.
Marte voltea a ver, qué es y dice:
-¿Quién está ahí? Nah… A lo mejor fue una ardilla.
Justo al punto de irse, suena a sus espaldas una dulce melodía, va a fijarse rápidamente siguiéndola, corre sin fin y con toda prisa y cuando llega, solo encuentra una tonta roca junto a otra aislada e inerte en medio del bosque y el suave soplido del viento helado que con hojas caídas de los árboles llevó la última nota mágica de aquel instrumento musical.
Desesperanzado se va por el sendero que guía a su casa, pronto una de aquellas rocas inertes se transforma lentamente en Vidal.
-Uy casi me pilla ja, ja no debería volver a hacer esto, pero ¡qué más da! , continuaré en lo mío.- expresó Vidal con adrenalina.
Marte al volver, le preguntan sus padres:
-¿Qué hacías por el bosque? Mira que está anocheciendo.
-Nada, exploraba como de costumbre- Mejor vayamos a cenar y luego descansemos.
Pasado aproximadamente una década después de esto, familias vecinas pertenecientes de la misma tribu mantuvieron conflictos, entre ellas la familia de Marte, algunas migraron, otras adquirieron poder junto con sus territorios, donde hubo sangre derramada y muertes trágicas.
Pasada otra década, debido a la conquista de territorios la familia de Marte obtuvo gran poder ante el resto del pueblo, se formó una civilización bajo la ley que Marte impusiese y se creó un imperio. Desde ese entonces su comportamiento tornaba ambicioso, violento y tirano, él buscaba por más, tierras por las cuales conquistar y recursos por adquirir por lo que su imperio creció bastante.
Un día Marte acompañado con su ejército se dirige al bosque con la finalidad de extender su imperio, cuando están pasando por el boscaje accidentalmente descubren y ven a lo lejos una especie de sociedad conformada por los elfos bastante desarrollada ubicada al fondo del bosque, por lo que no dudan en acercarse y atacarla.
La tierra de sus habitantes coloraba rojo por la sangre derramada de estos, fría descendía por el sable que atravesaba sus pechos que con dolor en su corazón no sabían el por qué merecían tanta atrocidad frente a los ojos de la madre naturaleza, iban cayendo uno a uno cada elfo, sus cadáveres rondaban ambientando y sembrando terror y pánico en sus habitantes que junto con la expresividad tétrica del rostro de quién los asesina eufóricamente despedían sus últimos segundos de vida con espanto.
Ante la tragedia el único sobreviviente y por pura suerte, fue Vidal, el cual se encontraba por costumbre tocando su flauta lejano al pueblo.
Terminada la masacre y manchados por el profundo color de sangre de inocentes, escuchan en el fondo un hermoso sonido, a lo que Marte con su impresión lo reconoce ya que años anteriores la había escuchado, posiblemente era un mensaje envuelto en esta melodía que nunca escuchó y acciones que tomó erróneamente que hizo pero que era demasiado tarde para arrepentirse y que no tenían vuelta atrás. Decidió seguir aquel sonido junto con sus combatientes al fondo del bosque.
Finalmente, Marte llega a donde se genera el silbido, lentamente se acerca y se encuentra a Vidal, perplejos ante tanta majestuosidad, pero esta vez sin tocar su flauta y sin temor alguno, se pudo comunicar ante Marte. Vidal decepcionado le dice que realmente no vale la pena vivir en un mundo violento como este, que el ser humano está condenado a destruir todo a su paso y llevar acabo su autodestrucción. Ante palabras fuertes y sublimes toca por última vez su flauta y se transporta a otro mundo y nunca más se supo, ni se escuchó más de él.
FIN
Se dice que el sonido de la flauta representaba paz y que cuando tocó por última vez fue porque ese fue el último tiempo de paz que tuvo el mundo hasta hoy, que si llegas a escuchar un sonido similar a este es porque nuevos tiempos de paz han comenzado.
|
Mi peor poema  Isaac Zapata García 6-B
Este es mi peor poema
No tiene frase ni lema
Poemas en la basura destrozo
Y quedan tirados en un pozo
Escribo muchos p ero los suelo descartar
Es que parece que no supiera ni rimar
Frases basuras, solo puedo crear
Para que un triste poema yo pueda descartar
No sé escribir ni imaginar
Es que se me dificulta pensar
Hacer poemas no es mi fuerte
Estoy tratando de hacerme el fuerte
Hermosos arboles veo
Pero solo cosas horribles creo
Frases bonitas quiero inventar
Pero un triste chico, ya no puede más.
|
El último viaje  JAIDER OLIVELLA 11-A
Detuve el auto un momento para relajarme y encender un cigarro, recuerdo que solía hacerlo cada vez que me sentía estresado durante mi tiempo como rebelde, aquella época en la selva era un poco confusa; siempre me llegan vagos recuerdos que ni siquiera sé si son reales…
En fin, ocho horas de viaje no son nada fáciles, sobre todo cuando llevas pasajeros a bordo. Llevaba conmigo al sobrino de uno de mis amigos de la capital, me habían pedido que lo llevara cuando saliera de la ciudad, era un joven de al menos unos trece años, que seguramente, lo alejaban de la violencia asumiendo que seguiría sus estudios y se convertiría en un gran hombre, aunque en uno de muy pocas palabras; las primeras tres horas de viaje pensé que era por timidez, pero, al llegar la quinta hora empecé a cuestionar la posibilidad de que fuese mudo, sordo, o incluso ambas. No respondía a nada de lo que decía, es más, ni parecía darse cuenta de que le estaba hablando.
Entré al auto otra vez, faltaban alrededor de cuatro días para llegar; y eso sin contar las paradas para dormir, comer o llenar combustible. Habían pasado dos insípidas y desesperantes horas más, es realmente aburrido hablar con alguien que no te escucha, ya sea porque no pueda o no quiera, creo que lo único que me ha divertido en el viaje es tratar de descubrir si es realmente sordo o simplemente me ignora . Estaba a punto de atardecer, así que hice otra parada, todo sea por admirar la belleza del ocaso, me gusta pensar que la puesta de sol en el horizonte es como una historia trágica llegando a su fin. Pasados unos minutos, me distraje por una figura extraña que se veía a lo lejos, parecía una persona así que me acerqué por si necesitaba ayuda, poco sabía que ese sería mi último gran error…
Que aburrido es viajar, especialmente cuando no sabes porqué o a dónde vas. Siempre me dicen todo el tiempo que soy demasiado joven para entender o que es mejor que no sepa que está pasando, lo único que veo es gente sufriendo, personas enfrentándose y a todos con miedo, sin duda alguna el hecho de no entender nada de lo que pasa ayuda un poco a no contagiarse del coraje. Supuse que me querían llevar a un lugar seguro, por lo cual no me opuse, pero aun así estoy ansioso por saber que me deparará el destino.
Acerca del chofer tengo opiniones encontradas, mi tío me dijo que tratara de no hablar mucho con él, que tenía la mente un poco trastornada, y dijo que no entraría más en detalle. Estoy cansado de que me traten como un niño que no puede entender nada, no sé si lo hacen por protegerme o porque me creen demasiado tonto como para comprender, y eso es un punto bueno que veo en este chofer misterioso, me cuenta todo sin importarle si entendí o no, me trata como un igual.
Algunas de sus historias me divierten, sin duda sabe cómo entretener, me ha preguntado en muchas ocasiones si puedo hablar u oír, pero prefiero seguir pretendiendo no escucharlo ni poder hablar, siento que me salvará de una muy grande. Según sus anécdotas parece haber pertenecido al ejército o alguno de esos grupos de los que nadie quiere hablarme, parece que no recuerda mucho, siempre se contradice en las historias acerca de sus cicatrices o marcas de guerra como él las llama.
Quería preguntarle acerca de la gran quemadura que tenía en el rostro, pero tenía miedo dejar mi fachada de sordomudo, pensé que se enfadaría conmigo, y él parecía el tipo de persona a la que no quieres ver enojada…
Dejé de pensar en ello, y me di cuenta que había encontrado a otro hombre, llevaban tiempo hablando afuera y ahora se dirigían hacía el auto, todo indica que tendremos otro pasajero con nosotros. Era un hombre alto y robusto, con uniforme de camuflaje y con un peinado militar, a juzgar por su barbilla, parecía que se hubiera rasurado recientemente, la poca piel que mostraba estaba cubierta de tatuajes y cicatrices, pero entre estas había una que era imposible de olvidar, iba desde su frente hasta su labio superior, pasando por encima de su párpado izquierdo, sin duda alguna tenía muchas historias que contar, y no muy buenas.
Pasaron aproximadamente cuarenta minutos de viaje, nadie había pronunciado una palabra desde que ese otro hombre subió al carro, hasta que este preguntó:
-¿Y ese quien es, tú hijo?- preguntó el nuevo pasajero, posiblemente esperando romper el hielo y acabar con el maldito silencio.
-¿Qué? No. Es el sobrino de un amigo, me pidió que lo llevara conmigo. Aunque muy poco sé de él, tengo la teoría de que no puede hablar u oír, digo, nadie podría aguantar once horas sin decir palabra alguna a menos que no pueda.- respondió el chofer muy orgulloso de sus ideas.
-Mmm. Buen punto, pero veamos qué opina él- se giró para poder verme la cara y me empezó a hablar, pretendí no escucharlo y lo miré solo cuando puso sus manos enfrente de mi rostro. -Sin duda alguna estás en lo cierto- agregó.
Siguieron hablando por unas dos horas más y pretendí seguir ignorarlos, solo hablaban de sus épocas como jóvenes cosa que no me interesaba saber en lo absoluto. Empecé a perder el hilo de la conversación e incluso estaba por quedarme dormido, cuando de repente sentí que la conversación empezaba a dar giros un poco extraños.
-Sabes, te me haces un poco familiar, aunque no logro distinguirte- mencionó el hombre
-A lo mejor porque tengo el rostro desfigurado, ¿no crees?- dijo de forma sarcástica, parece que hice bien en no salir de mi papel para preguntarle por su rostro, es evidente que es un tema que aún no supera, no quería despertar algún demonio interno. -De igual forma, dudo mucho que nos hayamos visto en alguna ocasión, sin duda alguna te recordaría- agregó.
-¿Primero te enojas y ahora me halagas?- lo dijo en un tono burlesco aunque parecía que su broma había hecho poca gracia. -Cambiando de tema, ¿qué fue lo que te pasó en el rostro?- Se veía realmente interesado en oír la historia y honestamente yo también lo estaba.
-Pues, desafortunadamente no recuerdo nada, nada en lo absoluto. Lo poco que sé, me lo contó nuestro jefe, dijo que había sido capturado por esos malnacidos que matan para el estado, esos que seguramente se vendieron por un puesto en el gobierno, aunque ambos nieguen su afiliación el uno con el otro, todos sabemos que trabajan para ellos.- se le notaba la ira en cada una de sus palabras, parece ser que le tiene mucho rencor a estos “matones del estado”, parecía que quería seguir expresando cuanto los odiaba pero tomó aire un momento y continuó. -En fin, me torturaron día a día para sacarme información pero me negué a dárselas, eventualmente tras unos nueve días mis camaradas lograron rescatarme y debido a las secuelas tuve que retirarme. – se apresuró por terminar la historia y ambos quedaron en silencio, sin duda alguna no era lo que esperaba. Creí que sería la historia de como asesinó a algún líder rival importante, aunque ser sobreviviente del enemigo no se queda tan atrás.
-Y… ¿Estás seguro de que fue así? Digo no quiero juzgarte ni nada, pero todo lo que me has contado ha sido muy confuso y contradictorio, ninguna de tus historias parece concordar con otra. Honestamente creo que lo que sea que causó esa cicatriz debió haber sido un episodio traumático, y pues como forma de rechazo por lo ocurrido tu mente pretende haber olvidado todo. Aunque también parece que algunos recuerdos no son tuyos, si no de cosas que te dijeron que hiciste, no sé.-el chofer empezó a respirar más profundo, pude ver como sacó un cigarrillo y lo guardó en su pantalón, aunque no le di mucha importancia.-Acerca de esos malnacidos, creo que su justificación deben tener, todos tenemos motivos solo que a veces somos lo suficientemente egoístas como para no darnos cuenta.- agregó.
De repente el chofer detuvo el auto y empezó a respirar agitadamente, sus manos le temblaban empezó a sudar y balbucear, aunque no pude entender lo que decía, el otro hombre le preguntó que sucedía, pero respondió que no se preocupara, que eso solía pasarle y que si yo hablara podría preguntarme acerca de cuantas veces sucedió en el viaje, y la verdad es que en las trece horas que llevamos de viaje, eso no había ocurrido ni una sola vez. Ahí fue cuando empecé a preocuparme ¿qué necesidad había de mentirle y qué necesidad había de llevarse el cigarrillo? Ambos se calmaron un poco y el chofer dijo que necesitaba tomar aire un rato. No me percaté de cuánto tiempo había pasado, tenía muchas preguntas en mi mente, cuando el chofer volvió el otro hombre ya se había quedado dormido, luego el chofer volteó a ver si estaba despierto así que fingí dormir también.
-¿Cómo se atreve a cuestionarme? ¿Quién se cree que es? ¿Y si es uno de ellos? Sin duda alguna que los haya defendido fue muy sospechoso. A lo mejor aún me buscan, quieren venganza. ¿Será algún espía?- seguía haciéndose preguntas y respondiéndolas en voz alta notaba como su respiración aún seguía agitada, no entendía que estaba sucediendo o porque se alteraba tanto- Tengo que deshacerme de él, pero el niño queda de testigo, ¿tendré que deshacerme de él también? A lo mejor si le digo entenderá… No. Sería algo muy fuerte para su vida, definitivamente tiene que desaparecer también.-mi corazón empezó a latir muy fuerte y casi no podía contener las lágrimas, lo oí toda la noche maquinando acerca de como mataría al otro hombre y si debía o no deshacerse de mí, no supe que hacer y solo quería volver a casa. Pronto un fuerte sueño me invadió y por más que luché terminé rindiéndome ante él…
No pude dormir en toda la noche, el hecho de tener a alguien que posiblemente pertenezca a aquellos que representan todo lo contrario a mis ideales, aquellos que me torturaron por varios días justo a mi lado fue mucho para mí. Lo único que quedaba ahora era continuar con el plan que maquiné, la primera parte fue muy sencilla, tirar al niño en el camino fue muy fácil, estaba dormido y no opuso resistencia, mentir acerca de su desaparición también será pan comido, lo único que me falta es decidir como tomaré mi venganza…
|